La artista francesa James Colomina puso esta semana en Nueva York sin permiso una estatua para denunciar al presidente de Rusia, Vladímir Putin, y se convirtió rápidamente en objeto de ensañamiento, dijo a Efe este viernes.
Colomina puso al mandatario sobre un pequeño tanque de juguete en un parque infantil de Central Park y la respuesta de los neoyorquinos a la figura de Putin “fue patadas, puñetazos y puños de arena en la cara”, explicó en un correo electrónico.
“¡La escultura no pasó desapercibida! Eso es lo que me gusta, cuando hay una interacción real”, aseguró la francesa, que pintó a su Putin ficticio completamente de color rojo, alago común en sus estatuas.